Sinaloa ha sido llamado por algunos especialistas como “ Un Paraíso perdido” debido a sus atractivos culturales y turísticos, diversidad natural y tradiciones que se mantienen casi intactas al paso de los años, convirtiendo a Sinaloa en un estado listo para emerger de las profundidades del tiempo y mostrarlo al mundo.
La Secretaría de Turismo y el Gobierno del Estado han creado un plan estratégico para detonarlo, del cual es importante resaltar los siguientes puntos que permiten visualizar las bondades con las que cuenta y ofrece a todo aquél interesado en conocer nuestra cultura:
Sinaloa, un fértil estado entre el Mar de Cortés y la Sierra Madre.
Cuenta con uno de los primeros destinos turísticos de México, Mazatlán, con su emblemático centro histórico, único en la costa del Pacífico, sus playas limpias y doradas y su puerto de cruceros.
Puerta de entrada a las Barrancas del Cobre, ejemplo de geografía indómita, uno de los paisajes más bellos y sobrecogedores del mundo. Lugar mágico cincelado por la persistencia del tiempo y la fuerza de la naturaleza, cuatro veces mayor que el Gran Cañón del Colorado.
El vergel de México, un estado agroalimentariamente rico y diverso, que produce y exporta alimentos de calidad y cuya oferta gastronómica cautiva a los paladares más exigentes.
Con sus Pueblos Mágicos y Destinos Señoriales, patrimonios preservados de las más auténticas tradiciones mexicanas, que fascinan y embrujan al viajero haciéndole vivir una experiencia inolvidable.
Un auténtico paraíso para la práctica de actividades deportivas, en el mar o en la montaña.
Y especialmente su gente, alegre, hospitalaria y acogedora, que recibe al turista con sencillez y amabilidad.